“Si tuvieras fe como un grano de mostaza…” (Mateo 17:20). La fe es el inicio del movimiento de grandes montañas.

Así comienza en el año 1988 la historia de la iglesia, reuniendo a un grupo de niños de un sector de bajos recursos de la Comuna de La Florida en Santiago de Chile. Dos jóvenes de 23 y 18 años comienzan a proclamar el evangelio a través de la “Escuela Dominical”. Por casi dos años, solo con niños que domingo a domingo regresaban a ser instruidos en la Palabra de Dios.

No exentos de frustraciones y de problemas triunfa la perseverancia y dependencia en Dios, la fe lleva a seguir insistiendo hasta que comienzan a llegar los primeros jóvenes y familias del mismo sector.

El año 1991 comienzan a arrendar un lugar más dedicado a las reuniones familiares, sin dejar de seguir enseñando, tanto a niños como a todos los asistentes, la Palabra del Señor. “Pablo plantó y Apolos regó, pero el crecimiento lo da el Señor…” (1 Corintios 3:6), fue de esta manera, plantar y plantar, realizando evangelismo cada semana en lugares públicos, calles, plazas, en los hogares… y regar, regar… enseñar constantemente las Sagradas Escrituras, que Dios nos fue dando crecimiento.

El año 1998 se da por creada legalmente la “Corporación Volver a Vivir”, nombre con el cual nos identificamos en ese momento, el cual cambia a “Iglesia Cristiana Evangélica Volver a Vivir” en el año 2008.

Hoy como iglesia seguimos enfocados en estos pilares fundamentales, que son la enseñanza y el evangelismo, a través de todas las actividades que se puedan realizar. Han sido cientos las personas alcanzadas con el evangelio, cientos las familias que han tenido la oportunidad de “Volver a Vivir” y que muchos de ellos también han ofrendado sus vidas a este propósito.

También creemos que en esta oportunidad que Dios nos ha dado como iglesia local, cada participante es útil y Dios lo ha capacitado o capacitará para llevar a cabo Su obra. “Nadie está de más…” o “Todos pueden trabajar para el Señor…”, son declaraciones que quienes llegan a este lugar escucharán y junto con ello estará siempre la invitación a ser mejor cada día para nuestro amado Dios.

Aquellos dos jóvenes que partieron compartiendo esta maravillosa Palabra, hoy son quienes pastorean la iglesia y pueden dar fe que si, realmente, con esa fe que puede parecer solo un grano de mostaza, Dios ha sanado, restaurado, liberado y transformado cientos de vidas para la gloria de nuestro Señor y hoy tiene en pie esta amada congregación que hemos llamado “Volver a Vivir”.

Historia VAV

Equipo directivo

El Consejo Directivo de la iglesia Cristiana Evangélica Volver a Vivir es la primera autoridad de la iglesia y quien vela por el buen desempeño y funcionamiento de esta organización a través de la unidad entre lo espiritual y lo administrativo, reconociendo que ambas dimensiones son necesarias para la salud y el crecimiento de la iglesia.

Quienes componen este Consejo Directivo son:

Pastor Presidente / Fundador : Pastor Johny Apablaza

• Representa legal y administrativamente a la Iglesia VAV ante todas las instituciones.
• Preside el Consejo Directivo y define la dirección espiritual y doctrinal de la
organización.
• Guía la visión, misión y expansión de VAV en todas sus comunidades.
• Acompaña y supervisa el desarrollo ministerial de cada obra.

“Apacentad la grey de Dios… no por fuerza, sino voluntariamente” (1 Pedro 5:2).

Directora Ministerial: Pastora Paula Bórquez A.

• Coordina y fortalece las áreas ministeriales de todas las comunidades VAV.
• Capacita líderes y equipos locales, impulsando la formación doctrinal y espiritual.
• Promueve programas de enseñanza, discipulado y edificación.

“A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio” (Efesios 4:12).

Director Administrativo: Pastora Jéssica Catril G.

• Administra y supervisa las tareas administrativas de VAV.
• Presenta informes anuales y vela por el cumplimiento de las funciones
administrativas asegurando el orden organizacional.
• Aporta a la unidad entre gestión administrativa y visión espiritual.

“Hágase todo decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40).

Primer Consejero: Pastora Karen Basaure

• Es quien tiene a cargo la Secretaría general de la organización
• Vela por el cumplimiento doctrinal, administrativo y estatutario.

“En la multitud de consejeros hay seguridad” (Proverbios 11:14).

Segundo Consejero: Pastor Iván Muñoz Y.

• Colabora en supervisión, comunicación interna y proyectos estratégicos.
• Respalda las decisiones del Consejo Directivo y cuida la integridad doctrinal.
• Facilita la unidad entre obras, líderes y equipos.

“Solícitos en guardar la unidad del Espíritu” (Efesios 4:3)

Qué creemos:

Volver a Vivir (VAV), es el nombre de la iglesia, pues firmemente creemos que Dios da la oportunidad de emprender una nueva vida (2 Corintios 5:17) cuando se le conoce y se acepta a Jesucristo como Señor y Salvador (Juan 1:12).

VAV es una Iglesia Evangélica Cristo céntrica y bíblica, creyendo que toda la Escritura es inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16), Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, aceptándola como la perfecta regla de fe y conducta que el cristiano debe observar.

  • Creemos en un solo Dios eterno, soberano y sustentador del universo y juez de todos los hombres (1 Timoteo 2:5), el cual existe en tres personas Dios Padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo (Juan 14:26), iguales en esencia, gloria y poder lo que conocemos como la Trinidad.

  • Creemos en el Señor Jesucristo como el único mediador entre Dios y los hombres (Juan 14:6), concebido por obra del Espíritu Santo (Mateo 1:18), nacido de una Virgen (Isaías 7:14), quien fue plenamente Dios y hombre (Juan 1:14, Colosenses 2:9), resucitó de los muertos (1 Corintios 15:20) y volverá en gran poder y gloria (Lucas 21:27).

  • Creemos en el Espíritu Santo quien glorifica a Jesucristo produciendo convicción de pecado (Juan 16:8). El Espíritu habita en aquellos que han creído regenerándoles (Romanos 8:11) para vivir en santidad (Romanos 6:22) y servicio a Dios y a sus semejantes (Mateo 22:37 y 39).

  • Creemos que la salvación es solo por fe en Jesucristo quien murió, dio su vida y resucitó (1 Corintios 15:3 y 4) por quien, quiere creer en Él y sus promesas, en la libre voluntad del ser humano para escoger su destino eterno (Mateo 7:13, 14).

  • Creemos en el regreso de Jesucristo (1 Tesalonicenses 4:16 y 17), en el arrebatamiento de su iglesia y en su segunda y visible venida, y en el destino eterno del ser humano; unos para salvación y otros para condenación según el mismo hombre decida (Juan 5:24).

  • Creemos en los dones entregados por el Señor a su iglesia (1 Corintios 12:4 al 7), repartidos a todos quienes pertenecen al cuerpo espiritual de nuestro Señor (1 Corintios 12:27) entregados para un servicio efectivo e integral (Efesios 4:11, 12), y reconociendo que la iglesia es un instrumento en las manos de Dios pues el poder es todo de nuestro Señor (2 Corintios 4:7).

Practicamos la vida en comunidad de fe, siendo la iglesia referente de esta práctica, un cuerpo unido en amor, servicio y apoyo mutuo (Hechos 2:42, 47), en la formación espiritual y en el carácter semejante a Cristo (Romanos 12:1, 2)

Practicamos la gran comisión anunciando el evangelio a toda persona y discipulando a sus participantes y a las nuevas generaciones (Mateo 28:19,20) a través del amor de Dios.

Practicamos dos ordenanzas que nuestro Señor Jesucristo instituyó para su iglesia:
El bautismo por inmersión como testimonio público de fe en Jesucristo (Romanos 6:4) realizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mateo 28:19), y en la Santa cena, como recordatorio de su sacrificio y su pronto regreso (1 Corintios 11:24 al 26).